Harina de cromo

¿Cómo se usa en pigmentos para cerámica?

Con los recientes estilos arquitectónicos y de diseño de interiores cambiando hacia una máxima elección para el consumidor final, es vital que todos los tipos de revestimientos de paredes estén disponibles en un conjunto de colores. Las baldosas cerámicas, ladrillos y adoquines no son la excepción. Los pigmentos se agregan durante el proceso de fabricación.

La cromita se ha asociado durante mucho tiempo con pigmentos marrones para la cerámica, generalmente cuando se mezcla con cromita de zinc y hierro, esto se debe a los sitios cristalográficos específicos que ocupan estos cromóforos en la harina de cromo. Estos colores se producen a partir de la mezcla de óxidos de zinc, cromo y hierro que ocupan los sitios tetraédrico, octaédrico e intersticial, respectivamente, cuando se calcina a más de 1,000 °C. La harina de cromo es estable en temperaturas superiores a esta, esto es importante ya que todas las cerámicas se cosen en algún punto.

Tomar harina de cromo y mezclarla en proporciones iguales con óxido de hierro, por ejemplo, proporcionará un pigmento que coloreará los azulejos de porcelana de color negro después de la calcinación a 1.200 °C. El uso de limonita (óxido de hierro hidratado) con harina de cromo en una proporción de 3: 1 (a favor del cromo) producirá un color marrón convencional, ambos con solo 3% en peso en la baldosa general. Aumentar la proporción de limonita a harina de cromo a 1: 1, después de la calcinación, producirá una cerámica con el tono altamente específico de "marrón chocolate". En el ejemplo del pigmento negro, se pueden lograr mayores ahorros de costos al usar hematita residual como fuente de óxido de hierro.

Los tonos de rosa se obtienen cuando se usa la cromita en conjunto con óxidos de zinc y aluminio; a bajas temperaturas de cocción junto con antimonio y óxidos de titanio, el cromito proporciona un tono amarillo anaranjado. Los pigmentos verdes clásicos, similares a los que se encuentran cuando se usa cromita para colorear el vidrio, se pueden obtener usando cromita pura, pero se debe tener cuidado para no causar reacciones con otros metales. Si es usa estaño, entonces puede formarse un color rosado, el zinc puede causar un pigmento marrón sucio si se utiliza en grandes cantidades. La presencia de manganeso junto con la harina de cromo puede provocar que los colores varíen entre rojo y verde dependiendo de la concentración de manganeso.

La pigmentación gris, especialmente frecuente en ladrillos y adoquines, se puede obtener fácilmente con cromita. Cuando es utilizada en tejas, brinda el beneficio adicional de resistencia al calor. Los tonos entre gris pálido y casi negro también se obtienen por variaciones en el tamaño del polvo, con cantidades de cromita en la base de hasta 10% en la cerámica. Como regla general, el tamaño de partícula para la mayoría de las aplicaciones de pigmentación tiene cromita de 45um o 325mesh.

¿Cómo se usa en esmaltes para cerámica?

En comparación con los pigmentos, los esmaltes se aplican después del proceso de fabricación y tienen más similitudes en el comportamiento de la cromita como colorante de vidrio. Se han identificado materiales de cromita en esmaltes cerámicos que datan de finales de la Edad del Bronce, que proporcionan un esmalte grisáceo apagado. En algunos casos, el cromito en un esmalte puede actuar como un punto de nucleación para la cristalización de otros componentes disueltos en el esmalte; potencialmente dando lugar a esmaltes que son metálicos y/o de aspecto brillante.

Actuando solo, como en el vidrio, la harina de cromo proporciona el color verde habitual en un esmalte. Agregar más óxido de hierro provocará un cambio hacia un marrón verdoso. Al igual que en los pigmentos para cerámica, el colector de zinc y cromita presenta una coloración marrón en el mundo del esmalte. En caso de que el plomo esté presente en grandes cantidades, el color se modula a un tono más amarillento, mientras que en ausencia total de plomo, se observa casi negro. La presencia de compuestos de óxido de plomo también puede tener un efecto sobre la viveza percibida de un esmalte, incluso con un alto contenido de cromita.

La cromita debe considerarse como distintiva del óxido de cromo, esta última no tiene presencia de hierro y se puede combinar con otros metales para obtener esmaltes en rosa y morado.